Horizonte triangular
Solo un triangulito de tela me separa de la total desnudez. Si miro al horizonte y te busco en la distancia, te encontraré mirándome, a través de los prismáticos. Seguro que una de tus fantasías es que un golpe de mar deshaga los pequeños lazos que descansan en mis caderas y que la frondosidad que imaginas entre mis piernas se muestre tan solo ante ti. Creo que voy a simular que no puedo luchar contra la corriente a ver si, de una vez, bajas de tu torre de vigilancia, me tomas en tus brazos y me devuelves el aliento al juntar tus labios a los míos. El verano está punto de terminar y, por lo que veo, detrás de un torso perfecto, de unos muslos fuertes, torneados, se esconde un tímido enfermizo. No pasa nada, mi aspecto delicado esconde una mujer decidida, apasionada. Ya lo verás cuando te atrape con mis piernas y no te deje marchar. No sé si, entonces, desearás que hubiera sido una sirena.
Para continuar con las colaboraciones con Juanlu:
Esta ilustración la hizo para mi relato 3.10 minutos de encantamiento. ¿A que son maravillosos esos labios rojos, esa mirada tan complice, a que parece que están bailando y amando de verdad?
9 comentarios:
Ay la timidez.... cuantas historias preciosas no han nacido por su culpa...
Buen relato.
Besos.
Joooo que chulada, de texto, de dibu, de todo...Me encantan!!!
Besos desde el aire
Un placer estar contigo, sea aquí o en la china.
Un besazo!
Creo que no va a funcionar, he decidido no bajar de mi torre, esperar a que aparezca, de verdad, la sirena.
Abrazos, siempre
Lo leí en su día y me encantó, la delicadeza con lo que tratas lo erótico y lo sugerente. Decir algo de los dibujos de JuanLu está poniendo difícil, ya está dicho todo, es genial.
¡Ja! La que le espera al fulano, je.
Impecable, Ana. El final sorprende (para bien) con su llegada y te deja boquiabierto (por lo menos, a mí me pasó).
Genial.
¡Saludos!
Esos tímidos...esas sirenas que no lo son, esas historias tuyas que se varan en nuestro recuerdo.
Un beso.
No sé cómo se las ingenian esos tímidos para vernos siempre como sirenas...
Sonrío.
Besos, Ana.
¡¡Precioso texto!! mis enhorabuenas para ilustrador y autora.
No creo que en el momento crucial, él deseara que fuera una sirena... no, creo que no.
Un beso y un abrazo ¡y feliz final de domingo!
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