Visitas

lunes, 28 de noviembre de 2011

Espíritu vengador

Aprovecha que está dormido, y sus ronquidos amortiguan el sonido del teclado, para hacer una llamada de auxilio, no sabe a quién. Hasta ahora ha podido controlarla, pero sabe que esa sombra oscura que la persigue cada vez se adueña de más partes de su alma y teme que un día despertará y habrá desaparecido para dar paso a ese demonio que la acecha. Tiene miedo, cada día se levanta y sigue la misma rutina y cada día, cuando abre el botiquín, ve un tarro nuevo y no recuerda cómo ha llegado a parar ahí. Y se pregunta...
-¿Qué pasará mañana?¿Me levantaré y sabré hacer el brebaje perfecto para que él muera y nadie descubra mi culpabilidad?
Y así será.
Juré vengarme, pero no puedo más. Nunca pensé que me convertiría en una asesina, ni que tuviera que eliminar a tantos, pero alguien tiene que hacer algo; asumo que la furia de los dioses caiga solo sobre mí. Él me mató y, ahora, yo los mato uno a uno. Me apodero del cuerpo y la mente de las víctimas y las libero de su verdugo y de su culpa, borrando todo rastro, todo recuerdo.  Pero quiero que esté cerca el día en el que las torturas, las muertes, acaben y así poder descansar en paz. Y si no, que, por fin, los hombres tomen mi relevo.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Otro relato para Relatos Brevísimos Mimosa

Caída libre

Oigo los gritos de los vecinos pidiendo que no lo haga. Mi madre, a mis espaldas, suplica mi clemencia pero yo ya estoy dispuesta; así que la balanceo cogida por las orejas y canturreo,
-la tiro o no la tiro, la tiro o no la tiro...-
¡Hecho! La lanzo por los aires mientras observo cómo cae en mitad del patio. Tan solo unos segundos de suspense. Por fin se mueve, está viva. Un suspiro de alivio recorre la manzana. Y triunfal me giro y le digo,
-ves Mamá como si que tienen siete vidas.-









martes, 22 de noviembre de 2011

Relato para el concurso "La otra Navidad"


Por fin, Felices Fiestas


Nunca olvidaré las navidades de 1989. Se cumplieron mis deseos. Los reyes (mi madre) nos trajeron el regalo más preciado.  A mí me tocó la mano derecha, con la que él golpeaba con fruición mi cogote;  Luis recibió la mano izquierda, con la que papá acariciaba a escondidas su sexo; a María la aguardaba su pierna izquierda, pierna que terminaba con el pie que se incrustaba en sus costillas si papi no recibía la respuesta adecuada,  y  Lucía sonrió al desenvolver el pie derecho, con el que él borraba su sonrisa de bobalicona. Pero el mejor regalo le correspondió a mi mamá. Sí, es lo que pensáis, sí, le tocó su cabeza, aquella cabeza con ojos de mirada terrible, con aquella boca de insultos sin fin, de mordiscos, de lengua áspera que limaba su piel hasta hacerla sangrar. Desde ese día fuimos, por fin, una familia feliz. El día 6 de enero completamos el cuerpo en su sillón favorito. Y desde entonces, cada festividad, lo sacamos como al resto de los adornos que decoran la tranquilidad de nuestra casa. Y, aunque ha menguado y ya no es el mismo, es el preferido por todos.

________________________________________________________________Si queréis participar en el II Premio de Poesía Amatoria, Gozosa y Creativa, encontraréis más información en http://www.hipalage.com/cartel-tallerdepoesía-hipalage-ok.pdf   o en   http://www.hipalage.com/

domingo, 20 de noviembre de 2011

Concurso Relatos Brevísimos Mimosa

He participado, con siete relatos, que voy a ir dejando aquí, en un concurso en el que el tema de los microrelatos era Un patio de manzana. Ayer me llamaron para decirme que el viernes tengo que ir a Barcelona a recoger el premio, y que ya me llamarán para organizar el viaje.
Me puse tan nerviosa, porque, como me pasa muchas veces, lo había intuído hacía 10 minutos,  que no me enteré si me dijo si era el primer premio o finalista. Ya me lo aclararán.
Bueno, aquí tenéis el primero, que no el ganador.

Patio de difuntos
De todos los tendederos del patio de manzana, los de nuestra finca eran los peores. Las ventanas eran tan bajas que si querías tender en el último cordón te arriesgabas a perder el equilibrio y caer al vacío. Y eso le pasó a la vecina del quinto. Una escena triste y curiosa. Parecía que la mujer, cuyo cadáver descansaba en la terraza del entresuelo, observaba el balanceo de la manta, que minutos antes tenía entre sus manos.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Cultura off, cultura on

Si no voy al teatro, me muero.
Si no voy al cine, me muero.
Si no leo un libro, me muero.
Si no veo una exposición, me muero.
Me muero sin la cultura.
Me matan sin la cultura.
Me callan sin la cultura.
Me callan con los deportes.
Me embalsaman con un pisito.
Me embalsaman con el colegio privado.
Me embalsaman con las relaciones sociales.
Y al final, me embalsaman con lo que me gano, pero, no, con lo que me merezco.
Adios cultura.
Adios criterio.
Bienvenido don Dinero.

jueves, 17 de noviembre de 2011

20N



He elegido la margarita más grande del jardín. Espero que, mientras la deshojo, alguien me libre de la responsabilidad y me libere de mis obligaciones. A la espera me pregunto ¿voto o no voto? El último pétalo me condena a lo que mi conciencia me ha dictado día tras día, elección tras elección, VOTARÉ.
Reconozco mis defectos, reconozco el masoquismo que se apodera de mi persona y me empuja a actuar a la inversa. Esta noche, arrastrada por mis neuronas, he visionado la película Margin Call. Nada mejor para abrir los ojos y entonar el "mea culpa".
No quiero ser una avestruz más del corral, no quiero que me lapiden con la cabeza bajo tierra.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------
 Para cambiar de tema, y si os apetece,  aquí podréis escuchar a La Voz Silenciosa leyendo el relato Sabor a plasma

lunes, 7 de noviembre de 2011

Firma

Sabía que estaba contenta, pero intuía que había algo que la disgustaba. La lectura del cuarto relato en la radio la decidió a decirme lo que pensaba.  Sí, estaba orgullosa, me animaba, como siempre, a seguir escribiendo pero... cuándo pensaba dar mi nombre completo.  La obedecí en el acto, buena es mi madre, y a partir de ese día firmo con mi nombre y mis dos apellidos.
Así que, mamá, si se comen el tuyo, que sepas, que no es cosa mía. 



Ha sido toda una experiencia escuchar a La Voz Silenciosa leer mis relatos "Sueño de espera" y "El amor a la altura de un par de zapatos", que, por supuesto, me ha encantado. Aquí os dejo los enlaces por si os apetece oírlos.


                                                       Aquí La Esfera Cultural



                                                    Aquí La Esfera Cultural