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martes, 28 de agosto de 2012

Relato con banda sonora




En esta canción, que descubrí gracias a La Esfera Cultural, está inspirado el relato que sigue y  que leyó La Voz Silenciosa

3.10 minutos de encantamiento
Guau! Esas caderas me tienen loco. El vaiven de la seda de su falda me transporta por el arcoiris del deseo que nace entre mis piernas y trepa raudo por mi piel, destellando en mis pupilas, para eclosionar en mi cerebro. Derecha izquierda, derecha izquierda, mis brazos la dirigen de delante atrás, de atrás adelante para que nuestras caderas converjan en el eje de nuestros cuerpos. El bamboleo, de sus pechos y su melena, marca el ritmo de esta pasión con acordes de Bossa. Sus labios, entreabiertos, son el imán perfecto para que mi boca juegue con su cuello, buscando la dulzura de su lengua. Solo quiero mantener su cintura entre mis manos para dar una pausa a tanto balanceo y que, por fin, nuestras miradas se encuentren y así perderme unos instantes en el azabache de sus iris. Cuando la orquesta acabe de tocar esta canción, lo mejor será que nos demos la vuelta y guardemos este recuerdo anónimo para las noches del invierno que se avecina. Si alguno de los dos pronunciara una sola palabra, el hechizo se rompería y, uno de los dos, se convertiría en sapo.

11 comentarios:

Paloma Hidalgo dijo...

Al leer el título de tu entrada, por un momento creí que mañana nos íbamos a encontrar en los estudios de radio Madrid...Luego me he dado cuenta de que nos encontramos, sí, pero en la Esfera Cultural.
Me ha gustado tu cadencioso cuento, en especial ese final tan anfibio que te has buscado.

Un abrazo

Gala dijo...

Hay melodías que no solo encantarían a las serpientes.
Melodías compartidas a dúo, en un vaivén de a dos, en las que no cabe ni un segundo,ni una palabra...
Solo el dejarse llevar por el instante.
Guardarlo en un rincón del pensamiento, para poder recuperarlo al antojo.
Cuando los minutos son perfectos, mejor no romper la magia.

Besitos mediterráneos.

Nicolás Jarque dijo...

Ana, leí una vez que aquellos que saben nadar, bailar muy bien son buenos amantes, por eso quizás el baile está tan próximo a la sensualidad. En este relato así se aprecia.

He leído el relato al mismo tiempo que escuchaba la música y he comprobado que juntos danzan en una misma armonía. ¡Buen baile!

Y no podía felicitarte por esa poesía que has utilizado en este relato como no cabía de otra forma en un encuentro tan pasional y romántico que describes.

Bessets.

Sergio DS dijo...

Buen ritmo el del relato, el de la música y el de esas caderas.

p.d. Es curioso, el viernes pasado compré este disco en una visita rauda a fnac. Muy aconsejable.
:)

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Este micro, que exuda sensualidad en cada línea, enamora al lector en la medida en que la respiración narrativa se intensifica.

Es -creo que tal como pretende- como un baile enamorado. Narrado con las dosis justas de erotismo y sutileza, con una gran elección del lenguaje, es imposible que deje indiferente a nadie.

Mis aplausos, Ana.

Un saludo,

CDG dijo...

Cuando te pones sensual. Vaya 3 minutos, vaya 10 segundos, vaya secreto guardado en ese baile de deseo.
Un beso.

MJ dijo...

Este relato exuda sensualidad en cada frase. Y es cierto, como dice Nicolás, que acompañado de la música es todo un espectáculo.
¡Bravo, Ana!

Un beso.

Elysa dijo...

Muy, muy visual y sensual. Es que se puede ver y palpar. El título me encanta, muy adecuado para ese final.

Besitos

TORO SALVAJE dijo...

Esas caderas me han vuelto loco también a mí.
Ahora soñaré con ellas.

Besos.

Sergio DS dijo...

No me he podido resistir:
http://superehore.blogspot.com.es/2012/09/malinterpretar.html (Por si a alguien le interesa además su fantástica letra)
;)

Ana Crespo Tudela dijo...

Comentarios en La Esfera
Humberto Dib:
Un encantamiento muy sensual, no hay dudas de que cualquier palabra tiraría por tierra ese momento mágico.
Un abrazo.
HD

Ángeles Jiménez:
Pura sensualidad sin palabras, lo que dura una canción, sin duda las palabras romperían el hechizo.

Ximens:
Me gusta esa sensualidad que relatas y sobre todo ese final de instante (la felicidad es eso, instantes), ese guardar para la noche de invierno que se avecina, aquí un gran enigma que el lector imagina.

Ana J.:
Buena dosis de sensualidad, capturar el instante, dejar que los cuerpos hablen por nosotros para impedir que se rompa el hechizo.
Delicioso!!!

Ana J.:
Por cierto, Ana, veo que eres una mujer de palabra. En su día dijiste que esta canción sería digna de un texto y has elaborado un texto más que digno de esta canción. Redondo.
Enhorabuena.

El moli:
El lenguaje del cuerpo que a veces dice más que las palabras.
Me transporto a un momento vivido, gracias.
Un abrazo.

La Voz Silenciosa:
Uno de los textos con que más he disfrutado y creo que pocos han escuchado el audio.
Espero que lo hagáis. La música es verdaderamente pegadiza.
El ritmo se mete en el cuerpo y el texto mmmmmmmmmm
Un abrazo silencioso.

Tejula:
Sencillamente maravilloso!