Si no voy al teatro, me muero. Si no voy al cine, me muero. Si no leo un libro, me muero. Si no veo una exposición, me muero. Me muero sin la cultura. Me matan sin la cultura. Me callan sin la cultura. Me callan con los deportes. Me embalsaman con un pisito. Me embalsaman con el colegio privado. Me embalsaman con las relaciones sociales. Y al final, me embalsaman con lo que me gano, pero, no, con lo que me merezco. Adios cultura. Adios criterio. Bienvenido don Dinero.
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8 comentarios:
Para allá que voy. A mí se me olvidó participar. Con lo que me gustan las porterías...
Un beso.
Ana, me repito: Ana: Estupendo este toque de amores y achuchones en los portales. Muy bien seleccionado el punto de vista. Me gusta el ritmo.
Y añado: Con la Voz el relato se hace más grande. Me alegro de que quedemos abrazos en este libro. Un beso.
Has conseguido darle al relato un ritmo trepidante y a la trama, un punto de vista muy original.
Felicidades, Ana.
Un beso.
"El ritmo del relato es trepidante como el escenario de la adolescencia, muy buen título, muy bueno tu relato,Ana."
Te decía esto en La Esfera y ahora oyéndolo me ratifico...Muy bien, muy bien.
Me gustará estar girando contigo...
Besicos salados, amiga.
Gran relato, Ana, en el que la elección del ritmo y la focalización hacen que la historia brille aún más.
Un saludo.
Atrapante, atractivo, un gusto leerte Ana (te una hermana Ana).
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino
P.D. Vengo a través del blog de mi amigo Xavier -"Toro Salvaje"-.
...tengo una hermana, quise decir.
Por allí ya dejé comentario y ¡al fin! he podido comentar aquí.
Besitos
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