De momento, conmovida aún después de haber visto Invictus, os dejo el poema de William Ernest Henley que Mandela se recitaba en los malos momentos del cautiverio y que da nombre a la película. Creo que nos puede servir de consuelo en este momento. ¿No pensáis que lo último que hay que dejar es que se adueñen de nuestras almas?
Invictus
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me econtrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me econtrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
13 comentarios:
No hay que dejarse empequeñecer ante todo lo que nos queda aún por aprender. Aunque sea tarea ardua.
Tu tamaño ya es inmenso, Ana.
Nuestras almas están cada vez más hipotecadas, y el horror de la sombra cubre su destino.
Un beso.
Me apunto tu recomendación...
Habrá que intentar "no someterse a los golpes del destino"
Me quedo con este verso,"me encuentra, y me encontrara, sin miedo"
Besicos, guapa
¡¡¡Hola Ana!!! He conocido tu blog a través de Nicolás Jarque. Con su permiso y el tuyo, me he colado por aquí y me ha gustado lo que he visto.
Yo también me apunto tu recomendación.
Te sigo.Un saludo.
Me apunto a tu recomensación porque no he leído ese libro, y como soy tan amiga de hacer listas ( de palabras, de frases, de sugerencias...) disfrutaré como nunca haciendo mi lista propia.
Pero lo de empequeñecerse ...bueno, yo creo que cada uno es GRANDE, muy grande con su estilo, con su prosa y sobre todo : con el empeño de hacerlo cada día mejor. ;)
Tú vales mucho, y yo creo que más que cuatro letras, lo tuyo son veinticuatro ¡por lo menos!.
Un beso y me alegro de verte.
Es uno de los pocos escritores de los que puedo decir que he leído todo. Y he tenido el placer de escucharle/ preguntarle un par de veces.
Me apunto a todo lo que dices, por supuesto. Pero como Pasavento, muchos queremos desaparecer, pero eso es un arte...
Un beso
Ay, El viento ligero en Parma no lo he leído, pero creo que lo tengo en casa, así que, después de tu reomendación, termino Reina Lucia y voy a por él. Tengo un montón de libros sin leer, comprados pero sin leer... porque no doy abasto. Y me amenezan desde las estanterías.... :)
Un besito, guapa!!
Ana, todas las comparaciones son odiosas y si buscamos hacerlo con los grandes, siempre salimos perdiendo. Tú sabes que eres grande, que escribes muy bien y me imagino que te divierte hacerlo, por lo tanto, que vengan a compararse contigo. Ya verás que pierden.
No conocía esta poema, y me ha gustado ese mensaje de esperanza y de lucha.
A seguir escribiendo.
Bessets.
PD: Te dejé un regalo en mi blog para ti.
Hace poco, a finales de abril, estuve en la Biblioteca Nacional de Madrid, en una charla/conferencia de Vila-Matas sobre los escritores que no escriben: los "Bartleby" que mencionas, Ana.
Me pareció que Vilas-Mata estuvo excepcional: con su humor serio e irónico pegado a sus palabras y sus gestos (más exacto falta de ellos), su hieratismo tan peculiar.
Y me pasó un poco como a ti. Anduve descolocada esa tarde. Pero solo esa tarde...
Volqué la balanza hacia las ganas , la alegría, el ánimo de seguir. Que "Bartleby y compañía" fuera solo una obra literaria,... nada que ver conmigo: solo para disfrutar y aprender de ella.
Llevas razón que cuesta, que los grandes... Pero no podemos desanimarnos. Lo bueno es que todos somos ¡diferentes! ¡únicos!.
Yo te estoy conociendo, y me gusta lo que leo.
(llevo unas semanas conociendo a un grupo de gente, de escritores, muy válida,... y estoy encantada)
Un abrazo.
Muy buen día!
Desde mi punto de vista, nuestra alma es libre, curiosa, aventurera. Es nuestra esencia, naturaleza, la que sabe y confía.
Son los pensamientos, el ego, el temor, las creencias las que nos aprisionan y someten a circunstancias externas. Las limitaciones,lamentos, quejas, forman parte del diálogo interno parlanchín de nuestra mente.
Felicidades por tu blog, me ha gustado mucho.
Una sonrisa y hasta pronto,
Gala
http://galahoogstraten.blogspot.com
El capitán de mi alma...
Ese verso es glorioso eh?
Besos.
No he leído nada de Vila-Matas. Apenas leo de nadie que no sean los blog de los amigos. Debo bajar el ritmo. Apenas escribo. Pero hace tiempo que decidí que la escritura era un placer no una angustia. Seguro que superas la racha, Ana, y mediante la lectura se despiertan las ideas, los recuerdos retorcidos.
No te empequeñezcas, simplemente disfrute leyendo y escribiendo para ti.
Venga, nos leemos.
...soy el amo de mi destino...jolín..eso sería genial..un beso desde Murcia...o tal vez no.
Como dice Ximens, no te empequeñezcas simplemente escribe, lee y disfruta.
Besitos.
PD: Por cierto, vi a Vilas-Matas en la Feria.
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