Por fin, Felices Fiestas
Nunca olvidaré las navidades de 1989. Se cumplieron mis deseos. Los reyes (mi madre) nos trajeron el regalo más preciado. A mí me tocó la mano derecha, con la que él golpeaba con fruición mi cogote; Luis recibió la mano izquierda, con la que papá acariciaba a escondidas su sexo; a María la aguardaba su pierna izquierda, pierna que terminaba con el pie que se incrustaba en sus costillas si papi no recibía la respuesta adecuada, y Lucía sonrió al desenvolver el pie derecho, con el que él borraba su sonrisa de bobalicona. Pero el mejor regalo le correspondió a mi mamá. Sí, es lo que pensáis, sí, le tocó su cabeza, aquella cabeza con ojos de mirada terrible, con aquella boca de insultos sin fin, de mordiscos, de lengua áspera que limaba su piel hasta hacerla sangrar. Desde ese día fuimos, por fin, una familia feliz. El día 6 de enero completamos el cuerpo en su sillón favorito. Y desde entonces, cada festividad, lo sacamos como al resto de los adornos que decoran la tranquilidad de nuestra casa. Y, aunque ha menguado y ya no es el mismo, es el preferido por todos.
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12 comentarios:
Jooooooooooooooder.
Gore pero buenísimo.
Besos, Ana.
Que fuerte!!!
Y que bueno.
Bravo.
Besos.
Brutal, heavy...buenísimo. Abrazos.
Que duro! Me ha gustado mucho.Y me han dado escalofríos . un beso.
Escalofriante relato, Ana. Muy fuerte.
Besos.
Ana. gore y con mucho humor. Me encanta como desmenuzas el cuerpo de papá - que era todo un c... - y como haces esa pausa cuando llega el regalo de mamá.
Me ha gustado mucho.
Bessets.
Muy bueno, sin escrúpulos, impactante. Esto sí es un cuento de Navidad, jeje
Un saludo indio
Como escarpias no!!! como clavos de esos gordos que hay en las casas de los pueblos, a sí están mis pelos, jejeje
El relato no es brutal es lo siguiente elevado a la décima potencia. Buenísimo Ana.
No quiero ni pensar lo que saldría en un mano a mano...
Besazos desde el aire
Vaya relato más navideño. Gran hombre que era el padre. Se lo tenía merecido, por mecano. Me imagino a la familia montando el belén todos los años. Suerte en el concurso, Ana.
Un excelente micro, Ana.
Te felicito.
Y muy acertado para el día de hoy.
Besos.
Genial la descripción de cada tarea de su cuerpo. Un perfecto espécimen de macho.
Un saludo.
¿molesto?
Pero, ¿qué hizo el pobre hombre para merecer algo así? ¿regalarle a su mujer un cuchillo eléctrico para el día de la madre?
m´ha gustao.
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