Aprovecha que está dormido, y sus ronquidos amortiguan el sonido del teclado, para hacer una llamada de auxilio, no sabe a quién. Hasta ahora ha podido controlarla, pero sabe que esa sombra oscura que la persigue cada vez se adueña de más partes de su alma y teme que un día despertará y habrá desaparecido para dar paso a ese demonio que la acecha. Tiene miedo, cada día se levanta y sigue la misma rutina y cada día, cuando abre el botiquín, ve un tarro nuevo y no recuerda cómo ha llegado a parar ahí. Y se pregunta...
-¿Qué pasará mañana?¿Me levantaré y sabré hacer el brebaje perfecto para que él muera y nadie descubra mi culpabilidad?
Y así será.
Juré vengarme, pero no puedo más. Nunca pensé que me convertiría en una asesina, ni que tuviera que eliminar a tantos, pero alguien tiene que hacer algo; asumo que la furia de los dioses caiga solo sobre mí. Él me mató y, ahora, yo los mato uno a uno. Me apodero del cuerpo y la mente de las víctimas y las libero de su verdugo y de su culpa, borrando todo rastro, todo recuerdo. Pero quiero que esté cerca el día en el que las torturas, las muertes, acaben y así poder descansar en paz. Y si no, que, por fin, los hombres tomen mi relevo.
9 comentarios:
Menudo relato...
Inquietante y fantasmagórico.
Mejor no lo leo otra vez.
Besos.
Hay sombras que no conocen tregua, y venganzas que no conocen fin.
Besos, Ana.
Aterradoramente bueno el micro.
Uffff, Ana. Las venganzas no llevan a nada bueno y no acaban nunca...
Besos desde el aire
Ana, ¿habrás disfrutado con tanta muerte? jaja. Creo que esta Parca tuya se ha cansado de ser justiciera, de llevarse las almas, quiere un relevo, ¿pero quién puede hacer su trabajo? o mejor dicho, ¿quién quiere?
Bessets.
No creo que existan los espíritus, pero sé bien que existe la venganza. De ahí el miedo.
Bueno y perturbador.
Besos.
Un relato tormentoso y aterrador. El miedo a sí misma le hace disociarse de esa sombra oscura y vengadora. ¿Qué pasará mañana? ¿Alguien tomará su relevo?
Muy interesante. Besos.
Aaaaay, la venganza. No me importaría nada pillarle unos botecitos y hacer de las mías por ahí... jijiji.
Un beso!
sobrecogedor.
Un saludo.
No vendría mal un espíritu vengador como este que fuera cargandose a todos esos antes de que asesinen a sus mujeres.
Me gusta.
Besitos
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