Los comentarios cesaron cuando ella entró por la puerta. Iba vestida con un mono naranja, demasiado vistoso para la ocasión, pero era lo que marcaba el protocolo. Se sentó frente a ellos, los miró uno a uno y dijo sus últimas palabras "De lo único que me arrepiento es de no haberlo hecho desaparecer antes". Una mano "inocente" apretó el interruptor, la luz cegó a los presentes y, tras unos pequeños espasmos, la mujer fue víctima del ojo por ojo.
Si no voy al teatro, me muero. Si no voy al cine, me muero. Si no leo un libro, me muero. Si no veo una exposición, me muero. Me muero sin la cultura. Me matan sin la cultura. Me callan sin la cultura. Me callan con los deportes. Me embalsaman con un pisito. Me embalsaman con el colegio privado. Me embalsaman con las relaciones sociales. Y al final, me embalsaman con lo que me gano, pero, no, con lo que me merezco. Adios cultura. Adios criterio. Bienvenido don Dinero.
8 comentarios:
Wowwww Ana. Que bueno!!!
Besos desde el aire
Desgarrador y aterrador..
A mi es que eso del ojo por ojo nunca me gustó mucho, pero claro, dadas las circunstancias...
hmm, no , creo que ni en ese caso.
Besitos mediterráneos.
Ana, estremecedor. El ojo por ojo no debería existir. Yo creo que mayor pena que estar encerrado no hay. Me gustó como plasmaste esos últimos momentos. También escuchar ayer de voz de Millás un relato tuyo. Te invitaron al programa y todo.
Bessets.
PD: También me alegro de que participes en RadioCastellón. Suerte para próximas convocatorias.
Para criticarla habría que haber estado en su piel.
Besos.
Con tanta Ley del Talión, este mundo se está quedando ciego. Has recogido muy bien ese horrible momento. Un abrazo, Ana.
A saber lo que le haría...
Esas leyes del ojo por ojo son nefastas y que aún se sigan practicando es un horror.
Muy buen micro, Ana.
Besos.
Hola te acabo de conoce...me gusta lo escrito porque me dejas pensativo...seguiré poco a poco viendo tus entradas...un beso desde Murcia...seguimos...
Que sepas, si no lo sabes ya, que has ganado esta semana. Bueno, quizás sea otra Ana Crespo...pero vamos, si eres tú: ¡enhorabuena!
Yo me conformo con que han leído uno de los tres que mandé.
Besos.
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